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85 años de la Logia Pacífico

En un ambiente cercano y de mucho cariño, el día miércoles 27 de octubre la Filial Pacífico, celebró en los salones de la Sede Lyon, sus primeros 85 años de historia.

Iniciaron la jornada con un emocionante reencuentro, al ser esta la primera vez que se reúnen de manera presencial desde el inicio de la pandemia. Luego, por medio del tradicional rito de nuestra institución, en una solemne ceremonia honraron con el encendido de la Menorá tanto a nuestros principios rectores, como a la historia que nos une. Hubo tiempo para recordar a aquellos que ya no nos acompañan en este mundo, pero cuya memoria y ejemplo, siguen presentes y vigentes hasta nuestros días.

A continuación los asistentes, entre los que se encontraban tanto los QQHH de la Logia Pacífico, como el presidente de nuestra institución, QH Boris Kisiliuk, miembros del comité ejecutivo y del directorio de la Fundación para la preservación de la memoria del judaísmo chileno, disfrutaron de un rico almuerzo, en un salón adornado para la festiva ocasión, amenizado por la voz acapella de Ester Cohen y el acordeón del QH Simón Keller.

¡Felices primeros 85 años Logia Pacifico!. Son, sin duda, el ejemplo presente, pasado y futuro, de los valores de nuestra institución. 

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Ciclo «Camino al Congreso» con Gabriel Silber y Gonzalo Fuenzalida

¡Felices 85 años!

Un 20 de octubre de 1936, se constituye en Santiago de Chile, la primera filial de B’nai B’rith, la Logia Pacífico. Institución en la que se reúnen todos los puntos de vista judía. Única por su espíritu de servicio, aunando generaciones, acogiendo a las diversas facciones que componen la rica cultura y tradición de nuestro pueblo.

Hoy, al cumplirse 85 años de aquel día, nuestra historia sigue siendo de continuo crecimiento, cambio y desafío.

Desde B’nai B’rith Chile seguiremos trabajando, con el mismo compromiso del primer día, por la dignificación del pueblo judío y de la humanidad toda.

¡Felices primeros 85 años!

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«Benevolencia, Fraternidad y Concordia: De la definición a la acción»

Fuente: Revista Shalom – octubre 2021

Por Liora Wald y Bartolomé Abramovich

En números anteriores de la Revista Shalom, hemos conocido cómo nace B’nai B’rith en Chile. Tuvimos un acercamiento con la historia de uno de los proyectos más exitosos y significativos de la institución, el Hogar de Niños. Luego, tras un exitoso Evento ProBecas 2021, pudimos conocer de primera fuente, el rol de este proyecto, el cual, al día de hoy, ha ayudado a que más de 150 jóvenes puedan cursar su educación superior. En esta ocasión, volvemos a los orígenes de la institución, queremos que conozcan aquello que nos convoca y moviliza desde hace 85 años.

B’nai B’rith se autodefine como una organización de servicio, en la cual sus miembros comprometen defender y proteger el buen nombre de Israel y ser buenos ciudadanos de Chile.

El ideario de B’nai B’rith puede resumirse en tres valores básicos, los que guían el actuar de los miembros de la institución, marcando el camino y accionar de la misma: Benevolencia, Fraternidad y Concordia.

Benevolencia: «Por amor al prójimo»

“Tú te involucras en un proyecto y casi no te das cuenta de la cantidad de horas que le dedicas de tu tiempo. Los días, las noches… lo tomé en serio”.

QH Henri Schlesinger

Parte del directorio del Hogar de Niños.
Lideró durante sus primeros años el Programa ProBecas.

Incorporada a los fundamentos básicos de la organización, la Benevolencia está orientada a la persona y su carácter. Su condición primordial es la erradicación de la ignorancia, como una de las causas de la pobreza. Es la disposición de socorrer donde asoma la necesidad, ir en su búsqueda y concurrir a su alivio. De ahí el concepto mandatorio incorporado en los Rituales de la Hermandad: “trabajar y estar alerta”.

Una de las características principales de B’nai B’rith, es el trabajo voluntario que ponen sus miembros al servicio de las tareas propias de la institución, y especialmente, de aquellos que lo necesitan. Es tiempo, pasión y cariño desplegados al servicio del otro. Una vez dentro, los miembros asumen compromisos obligatorios, toman cargos de liderazgo y responsabilidad en las directivas de filiales, comisiones y equipos de trabajos; instancias que requieren de una importante entrega de energía.

En los primeros años de la institución, el trabajo estaba basado principalmente por la intuición y el cariño de los Hermanos. Su labor transitaba en el romántico trabajo amateur, con iniciativas loables, aunque sin una visión que proyectara futuro. Hoy en día, los miembros de la institución ponen sus talentos y profesionalismo al servicio de los proyectos institucionales, convocados por los ideales de la hermandad por medio de la búsqueda y desarrollo de tareas desde el voluntariado.

La mujer bnaibriteana ha tenido un rol principal en este punto. Su pasión y entrega ha sido fundamental para las acciones en temáticas de este primer valor guía. Hacen propios, junto al apoyo y compañía de sus familias, los proyectos institucionales, invirtiendo en ellos valiosas horas de su tiempo; difícil tarea la de mantener el perfecto equilibrio con sus vidas profesionales y personales. Comentaba con nostalgia al respecto una Hermana de la institución: “Hacíamos clases en el Hogar de Niños, en mi caso, las clases eran de arte. Estaba recién casada, juntábamos con esfuerzo la plata para pagar la micro para poder llegar y luego volver a casa. Si bien era sacrificado, muchas veces posponíamos la vida y proyectos personales por la satisfacción de este ideal mayor”.

Ejemplo de esta entrega, es también la QH Úrsula Bab de Kychenthal, quien asumió el desafío de la presidencia de la institución a muy temprana edad, para lo cual, solicitó que las sesiones del directorio se efectuaran durante la noche, una vez que sus hijos estuvieran durmiendo. Su silencioso ejemplo no pasó desapercibido, algunos años después, hoy su hija Marianne, lidera apasionadamente la Comisión de Acción Social de la institución.

En el ejercicio de este valor, nuestra institución mantiene una estrecha relación de colaboración con la 15 Compañía de Bomberos de Valparaíso “Bomba Israel”, quienes orgullosamente portan por los cerros porteños las banderas de Israel en sus uniformes, junto con el logo de B’nai B’rith en sus carros.

El Hogar de Niños, ProBecas, Visitas a los Hospitales, intervenciones en comunidades de escasos recursos, donación de equipos médicos y ambulancias, Bolsa de Trabajo, proyecto “Prevención de la Drogadicción” son solo pinceladas de los esfuerzos que los Hermanos de B’nai B’rith han debido asumir. La cultura bnaibriteana es tan intensa, que el voluntario sabe que una vez dentro, asumido el compromiso, el trabajo debe ser realizado con pasión, rigurosidad y profesionalismo.

Fraternidad: Un pacto de Hermanos

“Son los hermanos que elegí en vida. Hemos estado juntos en todas. Hemos visto nacer y crecer a nuestros hijos. Desde el Brit Milá, pasando por sus respectivos Bar y Bat Mitzvot, matrimonios; y ahora último, la llegada de nuestros nietos.

Mis Hermanos han estado conmigo en los mejores, y especialmente, en los peores momentos. Eso hace única a esta institución”.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El Amor Fraternal es una consecuencia directa de los Diez Mandamientos. Implica la superación del egoísmo y junto a ello la elevación del carácter moral y espiritual. En el seno de cada filial de B’nai B’rith, el acercamiento a esta meta ideal es una de las funciones más importantes. En primer lugar, dentro del círculo íntimo de quienes la integran, para luego hacerla extensiva en la sociedad toda.

El tratamiento entre los miembros de la institución nace desde el más básico de los vínculos, la -Hermandad. Nuestros miembros cultivan y construyen su hermandad bajo un perfil desinteresado. Una red de acompañamiento y soporte, vínculos que, en las distintas etapas de la vida, acompañan al Hermano y su familia en sus cambiantes necesidades.

Esta hermandad se ve reflejada, entre muchas otras acciones, en que al momento de establecerse B’nai B’rith en los Estados Unidos, una de sus primeras medidas, fue la solicitud de donación de 10 centavos de dólar, al valor de la moneda en ese entonces, por cada Hermano que fallecía. Este aporte iba en apoyo exclusivo de la viuda del Hermano, la que, en la época que se vivía, solía quedar en absoluto desamparo, recibiendo de esta manera el dinero, asistencia y apoyo de su filial. En Chile, se preserva también la costumbre y deber de acompañar a las familias de los Hermanos fallecidos, siendo parte de la ceremonia funeraria con un emotivo ritual especial, acompañándolos en el proceso de duelo, recordación; procurando actuar con la calidez y contención de la familia electiva que conforman.

Este soporte trasciende lo emocional, llegando a ser un importante apoyo en momentos de dificultades económicas, o en aquellos en los que los Hermanos o sus familias han sufrido algún siniestro o accidente. Apoyos que llegan incluso a traspasar fronteras, logrando gracias a la presencia internacional de B’nai B’rith, consultas con médicos de distintas latitudes, apoyo con medicamentos costosos, situaciones que han hecho más llevaderas las enfermedades y sus recuperaciones. No es extraño escuchar historias de miembros agradecidos por la ayuda que recibieron ellos, o incluso sus hijos, de manos de sus Hermanos, los que, en los momentos de mayor dificultad, lograron encontrar soporte por medio de estos importantes lazos fraternales.

Un caso recordado por muchos miembros de nuestra institución, que pone en práctica el ideal de Fraternidad ocurre en el año 1986, en momentos en que el QH Amiti Pilowsky (ZL), sufre un atentado en su casa particular. Años por los que el querido y recordado líder bnaibriteano participaba de la Comisión de Asuntos Públicos, conocida también como CAP. Daños en su hogar, más de setenta vidrios y dos automóviles totalmente destruidos, fueron el resultado de este cobarde ataque. Amiti recordaba con mucho cariño que, a primera hora del día siguiente, dos Hermanos de la institución tocaron la puerta de su casa. Querían saber cómo se encontraba la familia, si es que había heridos y a cuánto ascendían los daños. Lo principal que rememoraba, era que se pusieron a su total disposición. “Eso fue muy importante. Yo les dije que las cosas afortunadamente se podían recuperar, que las iba a pagar de a poco, que no necesitaba una ayuda material, pero que me consolaba mucho su presencia, en este duelo por el que estaba atravesando. Eran Hermanos de Logias en las que no se miraba con muy buenos ojos la participación en comisiones de corte político. Ahí se vio la solidaridad. Hombres alemanes, reaccionarios, derechistas, de un pensamiento político distinto; estuvieron ahí presentes. Como personas, como Hermanos”.

El Pueblo Judío carga sobre sus hombros con una historia milenaria. Nos unen nuestro pasado, tradiciones, tristezas y alegrías. Afectos y lazos que han mantenido a nuestro pueblo unido. Nuestra institución, es parte de aquel legado milenario que nos acompaña desde el momento de nuestro nacimiento y a lo largo de toda nuestra vida judía.

Concordia: Al encuentro de la Paz y la Verdad

“La Torá nos ha enseñado que la materia humana recibe la fuerza del espíritu divino, transformando a cada ser humano en sagrado. Es por ello, que cada uno es hermano del otro, aún cuando discrepen, aún antagónicos, aún sin conocerse.”

QH Jorge Volochinsky

El carácter humano trae consigo la diversidad de ideas y de reacciones, es allí donde surge la necesidad de la Concordia, como un medio de lograr la paz y la armonía. He aquí otro camino de elevación del carácter moral y espiritual, ya que mantener la concordia supone la existencia de otras características, como tolerancia, humildad y comprensión.

Los fundadores de B’nai B’rith Internacional, fijaron la Concordia como el tercer pilar fundamental, valor que es definido por la Real Academia de la Lengua como “acuerdo, conformidad y armonía entre las cosas o personas” Para sus miembros, constituye una obligación básica el procurar, por todos los medios posibles, evitar rupturas comunitarias y buscar la unidad de los judíos, así como el cuidado y promoción de la democracia, paz, comunión interreligiosa, la defensa de los Derechos Humanos, entre otras.

Bajo este precepto, B’nai B’rith ha actuado como amigable componedor en instancias de división comunitaria. Así también, por su carácter transversal y no religioso, tiene la capacidad y voluntad de trabajar en conjunto con todas las instancias e instituciones comunitarias que lo requieran, mediante la creación de contenido, actividades conjuntas, apoyo al surgimiento de grupos nuevos, entre otras.

En el campo de la promoción y protección de los Derechos Humanos, B’nai B’rith hace honor al principio de la Concordia mediante el trabajo con diversas instituciones e instancias públicas y privadas. Instituto Nacional de Derechos Humanos, Ministerio de Relaciones Exteriores, diversas organizaciones de la sociedad civil, son algunas de las instancias en las que participamos y procuramos tener contacto permanente, con el propósito de cumplir con el mandato institucional.

El año 1999, B’nai B’rith fue convocada a participar en la Mesa de Diálogo, instancia creada para avanzar en materias de DDHH, en cuanto a reconocer violaciones a estos durante la Dictadura Militar, y conocer datos sobre el destino y paradero de los Detenidos Desaparecidos en el mismo periodo. El año 2013, la institución lideró la construcción de un memorial en el Cementerio Israelita de Conchalí, el cual fue erigido honrando a los judíos asesinados durante el Gobierno Militar.

B’nai B’rith Chile, conforme a la búsqueda de la promoción y resguardo de los DDHH, entrega de forma periódica desde el año 1987 el Premio René Cassin a los Derechos Humanos, en memoria del jurista judío francés, miembro de B’nai B’rith y Premio Nobel de la Paz, redactor principal de la Declaración Universal de los DDHH. El último galardonado fue el destacado abogado Roberto Garretón Merino, quien posteriormente sería reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2020.

Cada 27 de enero, fecha en la cual se conmemora el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto, en el acto de recordación que se lleva a cabo en el Ministerio de Relaciones Exteriores; B’nai B’rith, junto a la Comunidad Judía de Chile, hacen entrega del Premio Luz y Memoria. Desde el año 2006, se otorga a quienes han desarrollado una labor importante en el campo de los DDHH en nuestro país.

B’nai B’rith, se ha preocupado históricamente por el acercamiento con otras confesiones. La comprensión, el entendimiento y el respeto por la diversidad, pueden garantizar una vida digna. En esta dirección, la Hermandad promueve y organiza variadas actividades. Desde el año 1984, se organiza el Seder Interconfesional. En nuestra búsqueda de libertad y la defensa de los DDHH, Pesaj resulta ser la festividad más representativa de este anhelo humano. Participan de esta instancia representantes del más variado espectro: miembros de los poderes del estado, religiosos, diplomáticos, académicos, miembros de la sociedad civil; por cierto, miembros de nuestra colectividad judía. Fomentado en sus inicios por el rabino QH Esteban Veghazi (ZL), hoy en día, lidera este espacio el rabino QH Shmuel Szteinhendler.

Desde el año 2004, se realiza en conjunto a las Iglesias Luteranas la conmemoración de Kristallnacht, La Noche de los Cristales Rotos. A su vez, junto a otras instituciones comunitarias se organiza un acto para nuestra comunidad, especialmente enfocado en nuestros niños y jóvenes.

El entendimiento judeo-cristiano ha sido un objetivo central de nuestra institución. Uno de sus exponentes más activos en el país es la Confraternidad Judeo-Cristiana de Chile, presidida con mucho cariño por el rabino QH Shmuel Szteinhendler; afiliada al International Council for Christian and Jews, ICCJ.

“La Orden B’nai B’rith se ha impuesto la misión de unir a los judíos en la tarea de cultivar sus más elevados ideales y los de toda la humanidad; de preocuparse del desarrollo y la elevación del carácter moral y espiritual del pueblo de nuestra fe; de inculcarles los más puros principios de filantropía, honor y patriotismo; de fomentar el desarrollo de las ciencias y las artes; de visitar y atender a los enfermos; de socorrer a las víctimas de las persecuciones y de proteger y asistir a las viudas y a los huérfanos, conforme a los más altos principios de humanidad”.

Art. 2º de la Constitución de B’nai B’rith

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Miércoles 13 de octubre | 🇨🇱 20:00 hrs.
Comunidad Judía de Chile y B’nai B’rith Chile invitan a:
Ciclo “Camino a La Moneda”: Yasna Provoste C. | Nuevo Pacto Social
» Zoom: https://us06web.zoom.us/j/89073741997