SHABATOT INTERFILIALES, LA FRATERNIDAD ALREDEDOR DE UN LINDO MES
Es una sensación generalizada que después de la pandemia las personas queramos estar cada vez más en reuniones presenciales, tener contacto con otras personas, disfrutar de conversaciones cara a cara y si es con una rica comida, aun mejor.
Esta sensación de estar en “familia” es la que inspira y logra de manera maravillosa en los Shabatot organizados por B’nai B’rith.
Instancias donde generosamente se ofrecen hogares de Hermanos para actuar de anfitriones e invitar a compartir cada una de sus mesas del viernes, a 6 u 8 personas, que si bien son Hermanos de la misma Fraternidad, no se conocen directamente, o si lo hacen (porque bien sabemos que nuestra Comunidad es casi un pañuelo), no son los que habitualmente estarían sentados conversando y riendo por 4 o 5 horas en ocasión de un Shabat.
Los Shabatot de Hermanos son una de las tradiciones reconocidas como clásicas de la Hermandad, algo postergadas durante los últimos convulsionados años, pero retomadas con fuerza en diciembre del año recién pasado con motivo de la XIX Convención Distrital, y este viernes 12 de mayo del año en curso. Se trata de un evento sabático simultáneo, donde se reúnen Hermanos de diferentes filiales, a compartir, conversar, conocerse y generar vínculos humanos, personales y comunitarios. En calidad de Anfitrión o Invitado, en cualquiera de los hogares participantes se respira lo mismo: Aroma a comida casera, alegría, juegos y dinámicas, fraternidad y por sobre todo, ánimos de pasarlo bien.
Para conocer de cerca el trasfondo, historia y significado personal de esta cena fraternal, le pedimos a la QH Lily Nissim, que nos contara un poco más de lo que ha sido su experiencia como organizadora histórica de esta costumbre que reúne desde hace muchos años, a diferentes generaciones de Hermanos de esta gran familia que es B’nai B’rith.
“No estoy segura desde hace cuántos años venimos realizando esporádicamente Shabatot Interfiliales, más tengo la impresión que desde hace muchos años.. Tampoco puedo precisar quién comenzó a organizarlos, pero lo que si estoy clara es que en muchos de ellos he participado como organizadora.
Como siempre ocurre, el que recuerdo con mayor claridad fue el primero, nuestra meta era casi inalcanzable: movilizar a la mitad de la Hermandad, algunos como anfitriones y otros como invitados. Seguramente no lo logramos, pero estuvimos cerca, ese viernes con aroma a jalá y amistad, contamos con la participación de más de 250 invitados en más de 25 hogares simultáneos.
Eran otros tiempos, éramos muchos Hermanos y también más jóvenes, con ganas y energías de participar. No costaba tanto motivar, aunque nos dábamos el tiempo de visitar cada Filial para inscribir a Anfitriones e invitados. No faltó quienes nos solicitaban asistir a casas donde se pudiera fumar o algún otro requerimiento particular y a veces divertido, y más o menos sencillo de satisfacer. Definitivamente, eran otros tiempos…
En varias ocasiones, junto a Marcelo mi marido, fuimos anfitriones. Tengo los mejores recuerdos de esas experiencias. Pasaron por nuestra mesa muchos Hermanos y muy distintos unos de otros, imposible no recordar a un matrimonio maravilloso, miembros de la Filial Pacìfico, los QQHH Ruth y Walter Goldshmidt ZL quienes nos compartieron anécdotas de su larga trayectoria Bnaibriteana .
B’nai Brith y los que formamos parte de ella, constituimos una gran familia. A algunos conocemos solo de vista, a otros de toda una vida, con unos hay mayor afinidad, pero con otros no sabemos porque no hemos tenido la posibilidad de compartir.
Nos hemos encerrado en nuestras propias Filiales, hemos activado por 2 años o más casi exclusivamente a través de medios digitales (Zoom, Meet, etc.), por lo que volver a la normalidad no ha sido fácil. Felizmente, la mayoría ya está retornando a la plena normalidad, por lo que este año era imprescindible y gratamente necesario rescatar nuestros antiguos shabatot Interfiliales, y si bien. claramente nuestras expectativas eran bajas en relación al número de participantes, seguían siendo muy altas en cuanto a la riqueza de la experiencia.
De esta última experiencia me quiero detener un momento para contarles;, Participé de invitada, fui sola, mi marido no estaba en Stgo., sentía un poco de incertidumbre de ir a una casa donde a los anfitriones sólo conocía de nombre: Tauba Müller y Bernardo Chernilo .Apenas llegué, me sentí tremendamente cómoda, los Anfitriones fueron muy cálidos. A algunos invitados conocía a otros no. Finalmente resultó una noche para recordar, por lo entretenida, por la buena conversación, por sentir que tenía muchas cosas en común con quienes compartíamos la mesa”.
Nuestra QH Paula Burlé, quien integra el Comité Ejecutivo de B’nai B’rith y forma parte de una de las filiales más jóvenes de la institución, participaba por primera vez en esta instancia, y la relata con las siguientes palabras:
“La experiencia es absolutamente enriquecedora, en muchos aspectos, es maravilloso poder ser parte de un Shabat que no necesariamente es igual al que los invitados están acostumbrados, puede haber costumbres o ritos particulares de cada familia anfitriona, las que nos muestran y recuerdan las muchas maneras de vivir el judaísmo en una misma celebración. Desde la mirada social, es espectacular conocer personas que pertenecen a una misma institución y que por el sólo hecho de ser Hermanos, tenemos en común mucho más de lo que imaginamos. Quedamos con la sensación de vivir un shabat en familia, en casa.”
En nuestras últimas dos ediciones y casi como en todos los ámbitos, la vida nos entrega lindas sorpresas. Es así como los inscritos sobrepasaron nuestras metas, reuniendo a un importante número de Hermanos quienes juntos compartieron una cálida noche.
Tanto las organizadoras como el Comitè Ejecutivo de la Institución, sentimos que cumplimos con el objetivo:
reunir y unir a la Hermandad en torno a una mesa, a la espiritualidad de todo Shabat, y sobre todo, a nuestro espíritu y fraternidad beneibritiana.
Gracias a lo vivido, quedamos con ganas, impulso y motivación para seguir organizando e instando a que los Shabatot interfiliales sigan siendo un sello distintivo de la Fraternidad, Benevolencia y Concordia de los miembros de B’nai B’rith
Algunos anfitriones han comentado estar muy agradecidos de la velada haciendo énfasis en lo entretenida y por sobre todo porque el cariño se siente tanto en los invitados como en los anfitriones.