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Comunidad, B’nai B’rith te invita a conocer nuestro nuevo proyecto de Orientación Jurídica Gratuíta, Prolegal
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Artículo de B’nai B’rith Chile en Revista Shalom edición marzo 2022
Los antecedentes de la presencia judía en Chile se remontan a la llegada de los primeros conquistadores españoles al territorio nacional a partir del siglo XVI. Los “arribados” dejaron una señal oculta, conversa.
La presencia judía se hace visible recién con la llegada de inmigrantes durante los siglos XIX y XX. En 1906 se puede identificar una comunidad más organizada. Es un proceso largo, de diferentes olas migratorias, que nos habla de cómo la población chilena se construyó, sumando diferentes raíces culturales, hasta finalmente cristalizar un país multicultural.
A pesar de la temprana llegada de judíos a Chile, su presencia parece diluirse al contar la historia del país, y sin embargo, su aporte ha sido fundamental en la conformación de la nación; la trayectoria del judaísmo chileno, sus registros, documentos y testimonios, permiten hacer una reflexión en torno a diversas problemáticas de la historia nacional.
Dada la necesidad de crear espacio para formalizar esta historia, la Fundación para la Preservación de la Memoria del Judaísmo Chileno crea el Archivo Judío de Chile (AJCL), que salvaguarda, investiga y difunde el patrimonio generado por personas y organizaciones judías avecindadas en este país.
El gran trabajo realizado por el AJCL le ha significado ser reconocido como Patrimonio Histórico Nacional; además es miembro del Consejo Internacional de Archivos.
Durante el año 2021, el AJCL concreta diversos proyectos y sueños que valen la pena conocer:
Año a año aumentan las donaciones de cartas, fotografías y documentos al AJCL, que van conformando nuevos fondos documentales. Durante el último año se han conservado los fondos: “Isaac Frenkel”; “Baytelman Goldenberg”; “Familia Jeifetz”, “Familia Bercovich Hedi Roth”, “Francisco Otta”.
Revisa el catálogo en línea en https://archivojudio.cl
El AJCL realiza anualmente entrevistas a personalidades judías que han aportado de manera destacada al desarrollo del país. Algunos de los entrevistados son Miguel Lawner Steiman, Premio Nacional de Arquitectura en 2019; Irene Bluthenthal Geis, Periodista, Premio Lenka Franulic 1967; Inés Erazo Corona, Presidenta del Movimiento de Mujeres Democráticas y viuda de Enrique Kirberg Baltiansky, ex rector de la USACH; Hernán Rodríguez, investigador y escritor. Editor de las revistas Zejel y el Vocero.
El Archivo Judío de Chile tiene el honor ser parte de los museos y galerías de arte que componen las galerías virtuales de Google Arts & Culture.
El proyecto se puede visitar en https://artsandculture.google.com/partner/archivo-judio-de-chile
Los profesionales del Archivo apoyan permanentemente proyectos de distintas instituciones. Algunos de los proyectos colaborativos son:
Este día se convoca a miles de personas a participar con actividades patrimoniales orientadas a conmemorar nuestra herencia cultural. Coordinado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se realiza en conjunto con cientos de organizaciones.
El Archivo Judío de Chile es parte de las organizaciones que dan vida a esta fiesta cultural, a través de charlas y talleres gratuitos.
Campaña de promoción por el registro de la comunidad judía hoy. Concursos para niños y adultos para promover la realización de dibujos y fotografías que retratan a dos, tres o más generaciones de familias judías en la actualidad.
Educar siempre es fundamental, así, el AJCL realizó durante el último año talleres para la promoción de la memoria y el resguardo documental: Taller Conservación Documental, Taller (re) conocer a las mujeres de tu tribu: Consejos y herramientas para construir tu árbol familiar, Taller de Genealogía (Nivel Básico).
La actividad busca generar una sensibilización frente al patrimonio que conserva el Archivo como fuente de investigación, el rol de la persona en la construcción del patrimonio y la interacción de las comunidades.
Para participar, escribe a contacto@fmj.cl
Proyecto a cargo del editor, investigador y escritor Moisés Hasson, que busca dar a conocer el aporte de varios artistas de raíces judías a la ilustración y el diseño en nuestro país. La investigación está en desarrollo y contempla distintas actividades, incluyendo una serie de charlas, de las que ya se han realizado sobre Francisco Otta Bergman, Hedi Krasa, Adolfo Lazarus (ATO).
El Archivo Judío de Chile mantiene otras actividades de manera permanente, que puedes revisar en https://archivojudio.cl/proyectos-en-movimiento/
Artículo de B’nai B’rith Chile en Revista Shalom edición febrero 2022
Por Cheryl Kempler (B’nai B’rith International), Traducción y adaptación de B’nai B’rith Chile
En un ambiente de emoción desbordante, y después de algunos discursos de líderes y representantes, lo que había dado una estampa de solemnidad y formalidad. La jornada finalizó con fuertes vítores, a lo que la audiencia respondió con un instantáneo canto del “Hatikva”, el himno sionista, que más tarde, sería adoptado como el himno nacional del sueño materializado en el Estado judío de Israel.ranscurría el domingo 2 de diciembre de 1917. La Royal Opera House de Londres, estaba en su total capacidad, desbordándose incluso hasta la calle. ¿La razón?, una multitud de personas, judíos y cristianos, habían venido a expresar su gratitud por un párrafo de tan solo 67 palabras, el cual, es conocido hasta nuestros días como la “Declaración Balfour”. Nombrada en honor a quien fuera su principal redactor, el secretario de Relaciones Exteriores, Arthur James Balfour. En ella, Gran Bretaña manifestaba su respaldo formal para el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina.
Si bien B’nai B’rith en sus inicios manifestó una política neutral hacia el sionismo, ello no fue impedimento para que muchos de sus miembros abrazaran la causa con entusiasmo y pertenencia, especialmente aquellos que formaban parte de las logias de Londres y Manchester, jugando un importante rol en los eventos que condujeron a la redacción y aceptación del conocido mensaje que Lord Balfour enviaría al barón Rothschild, destacado miembro de la comunidad judía de Gran Bretaña.
B’nai B’rith en Inglaterra, fue un fiel reflejó del espíritu de cambio y democracia que se vivía en la época.
Los rápidos cambios sociales y políticos, debilitaron el control de las clases con títulos nobiliarios y terratenientes. Estos vientos de cambio, provocaron la formación de la Primera Logia de Inglaterra, en Londres específicamente, ciudad en la que se encontraban destacados hombres de negocios, religiosos, académicos y periodistas. Entre los miembros provenientes de esta ilustrada Logia, que trabajaron para dar forma concreta al sueño de una patria judía, estaban el rabino Moses Gaster, líder en ese entonces de la congregación sefaradí más grande de Londres; Herbert Bentwich, un eminente abogado que había fundado la Federación Sionista Británica en 1899; Selig Brodetsky, profesor de matemáticas y futuro presidente de la Universidad Hebrea de Jerusalén; y Paul Goodman, secretario tanto de la Primera Logia como de la Federación Sionista Inglesa.
A pesar de las diferentes opiniones sobre el sionismo, los miembros de Londres lanzaron proyectos de gran beneficio para la comunidad judía, particularmente después del comienzo de la Guerra Mundial en 1914, momentos en los cuales Gran Bretaña enfrentaba la llegada de inmigrantes de Europa del Este y Rusia. Estos apuntaban a brindar apoyo y servicios legales gratuitos, acceso a comida Kosher, entre otros, atendiendo las necesidades de los recién llegados al país. La logia también publicó folletos diseñados para educar a gente fuera de la comunidad en temáticas sobre la historia y las costumbres judías, de modo de facilitar la inclusión de los nuevos llegados.
Por su parte, B’nai B’rith de Manchester, hogar de sionistas provenientes de Alemania y Rusia, así también de un importante grupo de lugareños devotos del presidente de la logia, su amigo y mentor, el Querido Hermano Chaim Weizmann. Científico, profesor universitario, quien posteriormente se convertiría en el primer presidente de Israel. Dentro de sus miembros más emblemáticos, también podemos encontrar a Nahum Sokolow, un periodista y diplomático nacido en Rusia, e Israel Sieff, un pilar financiero y editor de la revista Palestina.
A través de su afiliación con una organización filantrópica como B’nai B’rith, Weizmann tenía la intención de obtener apoyo para el sionismo desde adentro de la comunidad. Trabajando para el Ministerio de Municiones en 1914, Weizmann realizó experimentos que condujeron a la optimización en la fabricación de armamento. Sus logros y aportes, lo hicieron conocido dentro de las altas esferas de la sociedad inglesa, donde utilizando sus conocidas habilidades diplomáticas, tuvo la capacidad de convencer a los funcionarios públicos de los beneficios de crear un hogar para los judíos en Palestina, tras la ansiada victoria aliada sobre las fuerzas turco-otomanas, que gobernaban la zona.
David Lloyd George, quien fuera el primer ministro de Inglaterra en diciembre de 1916, un cristiano devoto, estuvo de acuerdo con Weizmann, en la convicción de que una Palestina judía correspondía a una ordenanza bíblica, y también, estaba convencido de que el apoyo de los judíos, podría ayudar a inducir a Rusia y Estados Unidos a apoyar y sumarse a Gran Bretaña en la guerra.
El Primer Lord del Almirantazgo, Sir Arthur Balfour, nombra-do ministro de Relaciones Exteriores en el gabinete de guerra de Lloyd George, también favoreció el concepto de una Palestina judía. El percibir a los judíos, no solo como una religión, si no más bien como un pueblo, lo motivó en su convicción de que “una gran nación, sin hogar, no está bien”.
A medida que avanzaba la guerra, el sionismo, anteriormente apoyado por una no despreciable minoría judía, adquirió cada vez un número mayor de adeptos, aunque muchos judíos temían que la profesión de lealtad a su religión o etnia, llevarían a cuestionar su patriotismo para con Inglaterra.
Ya en 1915, los líderes judíos, incluidos Weizmann y otros en B’nai B’rith, entendieron la necesidad de desarrollar una posición unificada sobre los problemas de la posguerra que eran más apremiantes para los judíos de Europa. Después de intensas discusiones, debido a los diferentes puntos de vista existentes entre los miembros de la Primera Logia de Londres, se acordó buscar “la formulación de una opinión comunitaria unida sobre el problema judío…siendo eminentemente deseable, para la Primera Logia, el asociarse con el Comité de Manchester, los hombres que ayudan a Weizmann… con el propósito de cooperar con las organizaciones comunitarias existentes en reuniones con el gobierno británico”.
Después de una serie de charlas sionistas organizadas por el Comité de Manchester, el informe con los resultados de estas conversaciones fue entregado a B’nai B’rith de Londres. Tras lo cual, los Hermanos de Londres, organizaron el Comité de Emergencia Judío, compuesto por Weizmann, Bentwich, Gaster, Sokolow y Goodman. El informe de este ultimo, señalaba tanto el imperativo de la igualdad de derechos y la ausencia de persecución como “la demanda de la creación de una comunidad judía autónoma que sirva como el centro de la raza judía”. Este informe, llamado “Palestina y los judíos”, fue posteriormente presentado al Parlamento Inglés en nombre de B’nai B’rith, el cual, obtuvo una serie de respuestas altamente favorables.
En 1917, B’nai B’rith y sus miembros fueron parte significativa de la compleja cadena de eventos que culminaron en la realización de los esfuerzos de Weizmann. Corría el mes de febrero, momento en el cual, el administrador del gabinete de guerra, Sir Mark Sykes, organizó una reunión de funcionarios del gobierno británico y líderes sionistas, entre los que se encontraban Weizmann, Bentwich y Sokolow, en la casa del rabino Gaster. Durante los meses de abril, mayo y junio; Sokolow, en su calidad de diplomático, participó en conversaciones con el Vaticano y Francia. Sus negociaciones dieron como resultado la aprobación de cada uno de los gobiernos, de la propuesta de permitir que Gran Bretaña administrara Palestina de forma exclusiva. En discusiones diplomáticas con los Aliados, que resultaron en la renuncia a su derecho a controlar el territorio, también se le encomendó la elaboración de un plan largo y detallado para el gobierno de la futura entidad sionista, con contribuciones añadidas por Weizmann, el editor Sieff y otros.
El 18 de julio, el líder de la comunidad judía, Lord Lionel Walter Rothschild, presentó su versión del documento que condensaba lo principal del reporte de Sokolow. Este documento, fue revisado por Balfour, quien adoptó su redacción: “El gobierno de Su Majestad acepta el principio de que Palestina será re-constituida como el hogar nacional del pueblo judío y utilizará sus mejores esfuerzos para asegurar el logro de este objetivo y estará listo para considerar cualquier sugerencia sobre el tema que la Organización Sionista desee presentar ante ellos”.
En octubre, Sir Alfred Milner y Leo Amery, ambos miembros del Gabinete de Guerra; volvieron a redactar el borrador, insertando un lenguaje que aseguraba los derechos de los judíos en cualquier lugar que habitaran y salvaguardaba la protección de los árabes que vivían en Palestina. Aunque, todavía faltaban semanas para la victoria británica que ya se avizoraba en el territorio controlado por los turcos otomanos; la Declaración Balfour en su redacción final, se escribió como una carta dirigida a Walter Rothschild, el segundo barón de Rothschild, y se le entregó el 2 de noviembre.
“Estimado Lord Rothschild.
Tengo gran placer en enviarle a usted, en nombre del gobierno de su Majestad, la siguiente declaración de apoyo a las aspiraciones de los judíos sionistas que ha sido remitida al gabinete y aprobada por el mismo.
El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político que disfrutan los judíos en cualquier otro país.
Estaré agradecido si usted hace esta declaración del conocimiento de la Federación Sionista.
Arthur Balfour”
Mientras los judíos reaccionaban eufóricamente en todo el mundo, el Querido Hermano Sokolow comentaba entonces:
“De inmediato quedó claro que un gran momento en la historia del pueblo judío había llegado a través de esta Declaración… Grandes nuevos horizontes de trabajo constructivo nacional libre se revelan ante nuestros ojos. El destino de la tierra judía depende no solo de la poderosa protección de los gobiernos, sino ante todo de la firmeza y la capacidad de sacrificio del propio pueblo judío”.
En el Salón O’Higgins del Ministerio de Relaciones Exteriores, el día jueves 27 de enero de 2022, se realizó una nueva conmemoración del Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto.
El acto organizado por B’nai B’rith, la Comunidad Judía de Chile y el Ministerio de Relaciones Exteriores, junto con el apoyo del Museo Judío de Chile y Memoria Viva; contó con la conducción de nuestro Coordinador de Asuntos Públicos, Bartolomé Abramovich; quien junto con Marcelo Cohen, presidente de la comisión Emet, representaron a nuestra institución.
El acto contó también con la participación de la Subsecretaria subrogante de Relaciones exteriores, embajadora Gloria Navarrete; junto con la de Marina Rosenberg, embajadora de Israel en Chile; Christian Hellbach, embajador de Alemania en Chile; y Stephan Vavrik, embajador de Austria en Chile.
Por medio del encendido de siete velas, se simbolizó el recuerdo de las víctimas del Holocausto, entre ellas, seis millones de judíos, un millón de gitanos, 250 mil personas discapacitadas, nueve mil homosexuales y todos los disidentes políticos asesinados por los nazis y sus colaboradores.
Por su parte, la señora Ana María Wahrenberg, fue la encargada de transmitirnos su sentido testimonio. Participaron también miembros de la denominada «Generación y Media», compuesta por niños que nacieron durante o terminada la guerra, muchos de ellos en campos de refugiados, esperando las visas para poder emigrar, todos ellos desplazados de Europa, quienes no vivieron en primera persona la guerra, pero sí, han tenido una vida están cargados con las consecuencias de ésta. Este grupo, fue representado por: Werner Apt, Sol Kalderón, Ana Schwartz, Pedro Keller, Manfred Seidemann y nuestro QH Bernardo Trewik.
La liberación de Auschwitz, hace ya 77 años, fecha que da origen a este día de conmemoración, nos conmina a impedir que se repitan genocidios y atropellos a los Derechos Humanos, en ninguna parte del mundo. En consecuencia, rememorar estos episodios en una ceremonia como esta es justo y esencial para evitar que situaciones como la del Holocausto vuelvan a ocurrir.
El año 2005, Naciones Unidas aceptó por unanimidad la sugerencia de Silván Shalom, ministro de Relaciones Exteriores de Israel, de recordar cada año en esta fecha a las víctimas del Holocausto. En honor a los seis millones de judíos, gitanos, personas discapacitadas, homosexuales, masones, disidentes políticos, y todos aquellos perseguidos y asesinados por los nazis y sus colaboradores.
Iniciativa N°42.658: «Discursos de odio como limitación al Derecho a la Libertad de Expresión»
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Fecha límite: 1 de febrero
Artículo de B’nai B’rith Chile para Revista Shalom – edición enero 2022
Por Daniel S. Mariaschin, Director ejecutivo de B’nai B’rith Internacional
En años previos al ascenso del nazismo en Alemania, B’nai B’rith era la más grande de las organizaciones judías alemanas, acogiendo al año 1933, a más de 100 logias en el país.
El principio del fin ocurriría en 1937, cuando las SS, cerraron por la fuerza nuestra organización en territorio alemán. Los judíos que no salieron de Alemania a principios de 1939, en ese entonces más de 400.000 cuando Hitler llegó al poder, tendrían ya firmado su triste desenlace.
El día 20 de enero de 2022, conmemoramos el 80° aniversario de la Conferencia de Wannsee.
Infame reunión de funcionarios nazis, en la cual, se sella la aprobación a la denominada por ese entonces “Solución final a la cuestión judía”.
A modo de contexto, en el momento de realización de esta reunión, las Leyes de Nuremberg, los decretos discriminatorios dirigidos a los judíos alemanes, ya habían estado en vigor durante más de seis años. La guerra había asolado Europa desde el 1 de septiembre de 1939, tras la invasión nazi de los territorios polacos, resultando los judíos de las regiones afectadas, detenidos y asesinados.
La reunión de Wannsee, que lleva el nombre de la villa ubicada a las afueras de Berlín, donde tuvo lugar la reunión. Aquella fue convocada por Reinhard Heydrich, por ese entonces director de la RSHA (Oficina Central de Seguridad del Reich), cuyas ramas incluían la Gestapo y la organización de seguridad interna, las SD. Con la asistencia de quince representantes de alto rango de los ministerios del Tercer Reich y oficinas relacionadas, incluido entre ellos Adolf Eichmann, quien se desempeñó como secretario de actas de la reunión. En tan solo síolo 90 minutos de duración, Eichmann presentó una lista de las poblaciones judías, tanto en las regiones ocupadas por los nazis, como en los países aliados o “estados títeres” de Alemania, así también, de las pocas naciones europeas que gozaban de libertad. La discusión, se centró en la deportación de los judíos al “Este”, donde trabajarían hasta la muerte o serían asesinados en masa. Las notas de Eichmann sobre la reunión, estaban redactadas con eufemismos, pero el mensaje de Heydrich era claro para todos: los judíos de Europa iban a ser liquidados.
Según declaraciones hechas por Eichmann en su juicio por crímenes de guerra en Israel, hubo un entusiasmo generalizado por el plan entre los presentes.
Otro de los temas en discusión en Wannsee, se centraba en la definición de lo que constituía un judío. La teoría racial nazi, estaba en pleno juego aquí, ya que los participantes discutieron cuántos abuelos judíos o parejas no judías eran necesarios para establecer la judeidad de la persona; si los hijos de matrimonios mixtos se criaron como judíos o cristianos, determinarían si uno era judío o no. Al final, toda esta discusión hizo poca diferencia al minuto de llevar a cabo la Solución Final.
Hasta el momento, solo se han encontrado escuetas notas y unos pocos minutos de grabación sobre la conferencia. Se cree que cualquier otro registro hecho por los participantes, fue probablemente fue destruido en los últimos días de la guerra.
Construida en 1914, la Villa Marlier de Wannsee es recordada por la reunión de 1942 que determinó el destino de los judíos de Europa. Hoy conocida como Haus der Wannsee-Konferenz, funciona como un centro educativo y un monumento a las víctimas de la Solución Final. Tuve la oportunidad de visitarla hace algunos años en una misión de líderes judíos a Berlín.
Sus habitaciones, se han convertido en galerías en las cuales, se expone permanentemente la muestra “La conferencia de Wannsee y el genocidio de los judíos europeos”.
Ocho décadas después, el término “Solución final” sigue siendo escalofriante, resultándome difícil y estremecedor, incluso al momento de escribir estas palabras, especialmente cuando recuerdo aquella visita al lugar donde se zanjó el macabro destino de mi familia y nuestro pueblo.
La mesa, alrededor de la cual se reunieron los oficiales nazis todavía está allí. Un cartel en cada lugar con el nombre de cada uno de los asistentes, nos recuerda el espacio que cada uno ocupo durante la conferencia. También es posible encontrar sobre ella, una lista de los países europeos y sus poblaciones judías, la cual fue utilizada durante la discusión y marcaría el triste destino, que tan solo tres años a partir de esa fecha, tendría como resultado que la mayoría de los territorios europeos, sería despojado de la totalidad —o casi— de sus comunidades judías.
Detengámonos un minuto, y pensemos en lo escalofriante que resulta lo “profesional” de la “solución” propuesta por Heydrich, Eichmann y sus secuaces y colegas en el crimen.
Un plan de asesinato en masa, que sellaría el destino de seis millones de judíos en Europa, el que se decidió en tan solo 90 minutos.
Es un imperativo que al recordar el Holocausto debamos personalizarlo, darle cara a nuestras victimas, victimarios y procesos. No sea que las barbaries realizadas por los nazis y sus colaboradores, durante un período tan corto de tiempo, se transforme con el paso del tiempo y la historia, simplemente en una confusión de la historia que, a medida que nos alejamos del Holocausto, disminuya la enormidad y total devastación de los judíos europeos. Nunca debemos olvidar la magnitud de discutir alrededor de una mesa y en una hora y media, el destino de tantos, que, para nuestro pueblo, resultó en seis millones de asesinatos, seis millones de vidas perdidas.
En el caso de mi familia, particularmente la de los parientes de mi madre en Lituania, su destino estaba sellado seis o siete meses antes de Wannsee, cuando los nazis marcharon sobre el país en 1941 y comenzaron una campaña que vio, solo un año y medio después, a más del 90% de su población judía asesinada, la mayoría en propio suelo lituano. No se molestaron en deportar a esos judíos; la mayoría fueron simplemente rodeados y fusilados en barrancos y bosques. En el bosque donde se llevaron a mis parientes, murieron unos 11.000 judíos, y con ellos, muchos de los pequeños shtetels y pueblos de la región.
Después de todos mis años de estudiar el Holocausto, visitar sitios como ese en Lituania, conectados con mi familia; o los Campos de Concentración en Alemania, Polonia y otros lugares, y trabajar en programas de restitución y recordación del Holocausto, resulta frustrante constatar que los judíos europeos fueron totalmente abandonados. Hitler dejó claras sus intenciones todos los días, su ideario y macabro plan de exterminio, solo culminó con esa reunión del 20 de enero en Wannsee.
La comunidad internacional tuvo nueve años para hacer algo, cualquier cosa para prevenir o interrumpir sus designios genocidas, pero nada sucedió.
Estudios recientes revelan que, la mayoría de los Millennials y de los Generación Z de los Estados Unidos, no pueden nombrar un solo Campo de Concentración, ni tienen la menor idea de cuántos judíos fueron asesinados en la Shoá. Alrededor del 10% de los encuestados en uno de estos estudios, arroja que cree que los judíos mismos contribuyeron a su propia desaparición.
El fallecimiento de Leon Kopelman hace tan solo unos meses, quien fuera el último luchador conocido del Levantamiento del Ghetto de Varsovia, es un llamado más a la acción urgente para promover la educación sobre el Holocausto, y que, esta no solo debe ser dentro de nuestra comunidad, sino, especialmente fuera de ella. El paso del tiempo e Internet, han permitido que la negación del Holocausto se convierta en uno de los principales ingredientes del repunte del antisemitismo contemporáneo.
Fueron necesarios 90 minutos para sellar el destino de nuestros hermanos y hermanas en Europa. En su memoria, como comunidad y como B’nai B’rith, tenemos el firme compromiso de contar su trágica historia, nuestra trágica historia.
Debemos hacer todo lo posible, por hacer que esta, no se repita en ningún rincón del mundo.
Articulo de LaPalabraIsraelita.cl del 31 de diciembre de 2021
Por Bartolomé Abramovich, Coordinador de Asuntos Públicos B’nai B’rith Chile
“¿Habrá alguien en Chile que iguale el caudal de vidas humanas rescatadas de las mismas puertas de la muerte, como lo hizo Roberto Garretón, actuando personalmente en los tribunales militares de la dictadura, con su valiente presencia, su eminente profesionalismo y su obstinación por la justicia?”.
Carta de B’nai B’rith Chile al Instituto Nacional de Derechos Humanos para la postulación de Roberto Garretón a Premio Nacional de Derechos Humanos 2020.
Jurista, catedrático, diplomático y, un incansable obsesionado por la justicia y la protección del hombre. El lunes 27 de diciembre por la madrugada, a los 80 años de edad, falleció uno de los más grandes luchadores por los Derechos Humanos en nuestro país, el abogado Roberto Garretón Merino. Orgulloso abogado de la Universidad de Chile, una persona que siempre estuvo del lado de las víctimas, entregando su conocimiento, vida y energía en pos de la defensa de la vida y de la dignidad de las personas.
De un currículum extenso, destacamos las siguientes labores durante su carrera: abogado del Comité de Cooperación para la Paz y de la Vicaría de la Solidaridad durante los años de la dictadura; embajador ante organismos de Derechos Humanos durante el gobierno del presidente Patricio Aylwin; vicepresidente de la Comisión de DDHH de las Naciones Unidas y de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena; abogado del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Estos son solo algunos de los cargos que tuvo durante su gran carrera el abogado Roberto Garretón Merino.
También fue un destacado miembro del Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos y miembro, desde 1990, del Directorio del Instituto de la Mujer.
En una ceremonia cargada de emoción, amistad y recuerdos, Garretón recibió el Premio “René Cassin a los Derechos Humanos” del año 2019, la más alta distinción otorgada por B’nai B’rith en Chile. Entregado desde el año 1987, este premio lleva el nombre de quién fuera el principal autor y co redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y premio Nobel de la Paz, el además jurista judío y miembro de B’nai B’rith, René Cassin, quién hizo famosa la frase: “No habrá paz en este planeta mientras exista un solo lugar donde se violen los derechos humanos”.
Roberto Garretón fue galardonado por B’nai B’rith en reconocimiento a su trayectoria de vida en la promoción y enseñanza de los DD.HH., basados en los valores de la Fraternidad y la Concordia, a través de las herramientas del Derecho, Diplomacia y la Educación. Una persona intachable y de gran calidad humana.
Nuestro reconocimiento dio origen a la posterior presentación, por parte de nuestra institución, del abogado Garretón para recibir la más alta distinción en materia de DD.HH. de nuestro país, el Premio Nacional de Derechos Humanos.
B’nai B’rith Chile, junto a organizaciones de la Sociedad Civil y personalidades de diversas áreas y colores políticos, postulamos a Garretón como Premio Nacional de Derechos Humanos en su edición 2020, el cual fue felizmente atribuido, entre 16 otras postulaciones, a nuestro candidato el día 15 de agosto de 2020. En la ocasión, con respecto al legado del galardonado, el Director Nacional del INDH, Sergio Micco señalo: “Roberto Garretón, tu labor continúa, y seguirá siendo cuidada por nosotros. Parte de tu legado es el INDH”.
Jaime Fuchs, presidente de B’nai B’rith en el periodo 2016-2020, destacó durante la entrega del Premio René Cassín 2019, quién destacó que Garretón pasó de su vida como abogado de causas civiles a una lucha incansable por el cuidado de los Derechos Humanos, en lugares impensados a los cuales su pasión por la justicia y la rabia por las injusticias cometidas en el régimen de Pinochet lo llevarían. Una persona intachable, que tomó grandes riesgos personales, lo que lo llevó incluso a estar preso, pero que con el pasar de los años, salvaría cada vez más vidas de compatriotas. A su cierre destacó que: “en Roberto Garretón, con su tenacidad, su intransigencia y su modestia, tenemos otro gran e incansable luchador por la causa de los DDHH.”
Premios y condecoraciones
El pasado miércoles 15 de diciembre, nuestra filial peruana, Logia Lima N° 1994, realizó una inédita Logia Cerrada. En ella, fueron iniciados 16 nuevos Hermanos, y también, fue instalada la nueva Oficialidad de esa filial.
La actividad, contó con la asistencia de 32 Hermanos, tanto de forma presencial, como de manera telemática. Fiel reflejo del fuerte y exitoso impulso y revitalización, que han dado la anterior y la nueva directiva a la B’nai B’rith en beneficio de toda la comunidad judía peruana.
En la ocasión, asumió la presidencia de la Filial el QH León Eskenazi Cohen, quién agradeció al presidente saliente, QH Pinkas Flint, y enunció las objetivos principales a lograr junto a los oficiales que lo acompañarán.
La actividad contó con la presencia virtual del presidente, miembros de la Oficialidad y varios Hermanos chilenos del Distrito 27. El QH Boris Kisiliuk, presidente del Distrito 27, que agrupa a las filiales de Chile, Perú y Bolivia; fue el Oficial instalador y el QH Jaime Fuchs, Mentor del Distrito, dirigió los saludos a nombre de todo el Distrito. Ambos destacaron este impulso renovador y desearon el mayor de los éxitos a la gestión del QH León Eskenazi y a la Oficialidad que lo acompañará.